El tema en sí no es ninguna novedad, sin embargo contribuye a esclarecer un poco más una situación que aterroriza a los editores y distribuidores, y que, por otro lado, dibuja un nuevo panorama tanto para autores como lectores. Ahora bien, además de la piratería… ¿existe alguna otra amenaza para las empresas editoriales? Quizás la respuesta la obtengamos tras formular la siguiente pregunta: ¿Cuál es la función de una editorial teniendo en cuenta que el propio autor puede “fabricar” un ebook en cinco minutos? Sigamos…
El cruzado despertó. ¿No había muerto? Al hundirse su navío en el Mar Mediterráneo, durante aquella terrible tormenta, había estado seguro de que lo próximo que vería sería al Todopoderoso. Sintió su cuerpo mojado y entumecido. Sobre su piel, aún se encontraba su cota de malla, con algunos desgarros que mostraban grandes moratones y heridas manchadas de sangre seca. El tabardo con la insignia de la cristiandad había quedado irreconocible, y ya casi estaba desprendido por completo. Su fiel espada había desaparecido junto a su vaina, y no llevaba el yelmo.
Faltan unas cuantas horas para la Noche de Halloween, y esto es algo que se nota en el ambiente. La mayoría de las web hacen referencia al evento de una manera u otra, acercándonos todo tipo de propuestas, y nosotros no íbamos a ser menos. Así que, desde este humilde site, hemos querido hacer lo propio, pero esta vez dejando a un lado los sempiternos clásicos que tanto se repiten. No, no vamos ni hablar, ni a recomendar nada relacionado con Michael Myers; más bien apuntaremos nuestro interés en una dirección mucho más modesta, pero que merece la pena.
William Hope Hodgson fue uno de los grandes maestros anteriores a la efervescencia pulp, y también de los que más ha influido en la obra de Lovecraft, sin embargo no es precisamente uno de los más conocidos. Murió bastante joven, al poco tiempo de haber cumplido los cuarenta años, pero aun así logró dejarnos un buen puñado de excelentes novelas: «Los botes del Glen Carrig» (1907); «La casa en el confín de la tierra» (1908), «Los piratas fantasmas» (1909) y «El reino de la noche» (1912); pero también más de un centenar de relatos. Una excelente producción literaria donde los elementos claves son la fantasía y el terror, pero siempre con el mar de por medio.
Si os gustan las películas de relatos, dejando a un lado las más conocidas Creepshow, Historias de la Cripta. Serie TV. Relatos de Terror, u otras más convencionales como En los límites de la realidad, deberíamos buscar sus verdaderos orígenes en las producciones de la Hammer, pero sobre todo, y fundamentalmente, en la que por aquel entonces era su mayor rival. Hablamos de la productora británica Amicus, fundada en los años sesenta por los estadounidenses Milton Subotsky y Max J. Rosenberg, con un estilo muy similar a la Hammer, y en la cual también camparon a sus anchas los rostros más característicos de la época, como son Christopher Lee o Peter Cushing. La principal diferencia entre las películas de Amicus frente a las Hammer era, precisamente, esa concepción del terror en historias cortas, y siempre presentadas a través de un nexo o hilo conductor como si fuesen una sola. También el estilo era algo más sutil, con un terror más psicológico y menos sangriento. Difícil ver secuencias de tipo gore en películas de la productora Amicus. Uno de sus principales guionistas fue el escritor Robert Bloch, (más conocido por ser el autor de la novela Psicosis, que llevaría al cine Alfred Hitchcock). Bloch era también un asiduo de las revistas pulp como Weird Tales, donde se formó como escritor de terror.
Una de las principales desventajas de los lectores de libros electrónicos —y sus tintas— era la imposibilidad para representar colores, algo quizás no demasiado importante para lo que es la lectura de una novela o una colección de relatos, pero sin duda alguna, un handicap considerable para otro tipo de posibilidades como son el mundo del comic, las ilustraciones, las revistas tipo ezines, o incluso aplicaciones multimedia.
Superar las dificultades de este tipo tan solo era cuestión de tiempo, y ha sido la firma Barnes & Noble la primera en hacerlo. “La mayor cadena de librerías estadounidense, ha anunciado el lanzamiento de una nueva versión de su lector de libros electrónicos con WiFi, color y pantalla táctil”
Pero… ¿Cuál es el truco?
En una entrada anterior comentamos la película Los ojos del gato (1985), una cinta en la que se nos ofrecía una pequeña selección de relatos cortos firmados por Stephen King; y ahora, le toca turno a otra película del mismo estilo: “El gato infernal” (1990). Me gustan mucho este tipo de películas, y creo que me quedan pocas por ver, y una de ellas, al menos hasta ayer noche, era esta que ahora nos ocupa. Se trata pues de una recopilación de tres relatos cortos, mucho más oscuros y macabros que los comentados en la otra cinta de título igualmente “felino”. Sin embargo, pienso que en conjunto esta recopilación es algo inferior, aunque no por ello deja de ser recomendable.