A quien no le guste alejarse demasiado tiempo de la lógica que gobierna parte de su cabeza, puede que este extraño caso ocurrido hace más de un siglo, y del que solo ahora se tiene prueba de lo sucedido, no le llame a la atención en un principio; quizás, por tratarse de algo que se conoce como «found footage» o metraje encontrado. Hablamos de una forma de registrar imágenes y contar historias sumamente ingeniosa, sobre todo por su forma de simular la realidad, pero que, con el tiempo, terminó por aburrir al público perdiendo su credibilidad para siempre; tal como la perdió el viajero y fotógrafo de origen británico, John Lehman Barker, frente a un pequeño jurado de EE.UU en 1903, tras asegurar que el pueblo de la localidad de Providence, en el que se encontraba de paso, cargaba con una terrible maldición.
Si el fulgor de mil soles
Fueran a reventar a la vez en el cielo
Sería como el esplendor de los poderosos
Estoy convertido en la Muerte
Destructor de los Mundos.
Bhagavad-Gita sobre Shiva
Tinker corría por los túneles como si le persiguiera el mismísimo diablo. Apenas si había tenido tiempo de vestirse después de que aquel Vigilante Nocturno le despertase. Algo iba mal en la Gran Sala Central. La vida de toda la comunidad dependía de que todo allí funcionara a la perfección, y él era el encargado de que así ocurriera día y noche.
Fuentes miró hacia el cielo, a través de los cristales oscuros de sus gafas de sol. Nunca las gastaba antes de la primavera, pero aquél era un día de excepciones. Se las había puesto antes de salir de casa, de forma precipitada, al darse cuenta de que tenía los ojos húmedos. Fuentes no lloraba desde hacía años, muchos, ni siquiera cuando días atrás la policía le llamó para comunicarle el accidente. Ahora, delante de la familia, los amigos, los clientes y los empleados de confianza no quería que le vieran de una forma distinta a la que tenían por costumbre: un duro hombre de negocios que no se dejaba arredrar por nada ni nadie.
Para mí ha sido todo un placer conversar con una leyenda viva, todo un maestro de la ilustración, cuyas portadas seguro que habréis visto infinidad de veces, pues no son precisamente de las que pasan desapercibidas. Emanuele Taglietti nació en Ferrara (Italia), el 6 de enero de 1943, y es un artista italiano especializado en la ilustración de comics y novelas, con un estilo propio muy definido, colorista, irreverente, procativo, donde los elementos sobrenaturales, fantásticos y de horrror, se erigen como temas centrales. La presente entrevista nos servirá tanto para conocer al autor, a la persona en sí misma, como para darle un pequeño repaso al desarrollo del «pulp» en Italia, donde los «fumetti» alcanzaron su máxima gloria entre 1970 y 1980. El arte de estas portadas nos recuerda mucho a las clásicas revistas «shudder pulp», como Horror Stories o Terror Tales, y conocer el punto de vista de un artista como Taglietti, es una sastisfacción enorme. Por supuesto, antes de nada, agradecerle su paciencia y predisposición, pues aunque no eran insalvables, las barreras idiomáticas siempre son un escollo; así como expresar mi agradecimiento a María Corral, por ayudarme con la traducción. Sin más, así es cómo hemos conversado, y estas son las preguntas que le hemos hecho. Nota: puesto que sé que suelen visitarnos desde Italia, he decidido incluir también sus respuestas en versión original.
A estas alturas todo el mundo sabe quién es Edgar Allan Poe, maestro de la literatura universal que nos dejó un buen puñado de obras inolvidables, la mayoría de ellas bajo la forma de relato corto de terror gótico. Muchos especialistas de la historia literaria le atribuyen dos méritos muy notables: que fue el primer escritor en intentar vivir solamente de su obra, y que fue el creador del género literario de los detectives investigadores. Pero entrar a debatir este asunto exigiría un artículo demasiado extenso, al igual que enumerar la obra, vida y milagros de este autor archiconocido, así que nos limitaremos (al menos hoy) a centrarnos en tres de sus relatos más importantes (y más veces adaptados al cine): Los Crímenes de la Calle Morgue, El Gato Negro, y El Cuervo.
«Atención: Spoilers». Algo tiene de especial esta serie The Walking Dead que ya va por la sexta temporada y, apesar de repetir la misma fórmula una y otra vez, hasta la absoluta saciedad, y donde los zombies ya ni importan, ni tienen protagonismo alguno, sigue enganchando a todos los aficionados capítulo tras capítulo. Probablemente el secreto del éxito radique en su habilidad para manejar lo que se conoce como: Cliffhangers, o lo que es lo mismo, dejar colgado al espectador, obligándolo a ver el siguiente capítulo si quiere conocer el desenlace a una situación terrible o angustiosa, planteada siempre en el último minuto. Dicha fórmula tiene su máximo exponente en la presente temporada, la sexta, cuyo final es uno de esos memorables y que hacen correr ríos de tinta electrónica por toda la red. En este final conocimos al nuevo súper villano, al malo malísimo, llamado Negan, y cuya primera acción fue la de “cargarse” a uno de los personajes intocables, a uno de los que siguen la acción más o menos desde el principio. Aquí la pregunta es ¿a quién?; ¿a quién mata Negan? A continuación, algunas pistas.