Pulps Educativos - Popular ScienceDe Popular Science a La Revista de Petete, pasando por la revista rusa Technica Molodezhi

Los pulps, en sentido estricto, se concibieron como publicaciones dirigidas a un público adulto, y como todos sabéis, con el único propósito de entretener y hacer caja, nada más. Frank Munsey, Publisher de la revista Argosy  (considerada como la primera revista pulp), pronto señaló que enfocar este tipo de revistas a un público infantil era un error, pues su poder adquisitivo resultaba escaso, y esto influía directamente en la calidad de los anuncios que solían acompañar a cada relato.

El pulp infantil no era rentable, y por eso nunca llegó a existir como tal. Sin embargo, si obviamos el contenido y nos centramos en el formato, así como en los principios universales que hicieron grandes a este tipo de publicaciones, es decir, baratas, periódicas, y cercanas al público, al que se le enganchaba con los recursos típicamente pulp como son las historietas seriadas, el cliffhanger, o los crossover ficcionales, ciertamente podemos aplicar dicha estructura al contenido que deseemos, y así utilizar los pulps como vehículo transmisor de valores educativos, o de cualquier otro tipo. Recordemos como los pulps se conviertieron en folletines propagandísticos bajo los diferentes regímenes totalitaristas de la primera mitad del siglo XX. Ver artículos: Rusía, Japón, Alemania, España

El mejor ejemplo de esta teoría llevada a la práctica, la tuvimos en España durante los años ochenta con publicaciones como La Revista Petete, Los Jóvenes Castores, o los Don Mikis. De todas estas publicaciones infantiles la más trascendental de fue La Revista Petete. Esta revista, que no sé si llamarla pulp, se basaba en el personaje de Petete, un simpático pingüino con chupete creado en Argentina por el autor Manuel García Ferré, y que fue objeto de múltiples revisiones, tanto en formato papel, como en formato programa de televisión. La Revista Petete tenía una doble vertiente, por un lado, el magazine propiamente dicho, donde se intercalaban seriales de ficción, siempre dejando al lector enganchado al siguiente número son su correspondiente cliffhanger, así como pasatiempos,  colecciones de cromos, y artículos dirigidos al desarrollo creativo del niño. Por otro lado, y ya en una vertiente puramente educativa, cada número de la revista incluía un fascículo coleccionable, que luego había que encuadernar por cuenta propia, y así tener el Libro Gordo de Petete, una enciclopedia temática que se componía de varios tomos (seis tomos: azul, amarillo, magenta, verde, naranja y lila). No cabe duda que todos los que fuimos niños por aquel entonces siempre le prestábamos más atención a la revista que al fascículo, y seguramente no sería el único que estaba cada semana deseando ir al quiosco a comprar el siguiente número.

El concepto de revista educativa no nació ni mucho menos con La Revista Petete, y encontrar los orígenes de este tipo de magazines no es sencillo. He tratado de hacer una búsqueda, más o menos en profundidad, para obtener algo de información útil, pero me temo que los resultados no han sido todo lo satisfactorios que hubiese deseado. Desconozco si hubo revistas de este tipo, estilo La Revista de Petete en la Era Dorada Pulp destinadas al público más joven, y lo único más o menos parecido que he podido encontrar, son las llamadas School Magazine (Australia), y en una línea más dirigida al público en general, las revistas americanas Popular Mechanics, Popular Science, así como su contrapartida rusa Technica – Molodezhi. Si hubo otras publicaciones, que seguro que las hubo, por ahora no sé de ellas; y si en España se edito algo de este estilo, de igual forma lo desconozco.

School Magazine fue una revista australiana que data del año 1916. Cabe destacar que el desarrollo de la literatura pulp es Australia fue muy prolífica, y es un tema que todavía no hemos tratado por estos lares, y pendiente queda. School Magazine era un conjunto de publicaciones de literatura infantil que incluían todo tipo de elementos pulp como la historieta seriada, artículos diversos, juegos y pasatiempos.  Una revista que a día de hoy continúa publicándose.

Popular Science fue una revista pionera en el campo de la divulgación científica a nivel popular. Algo así como los fascículos de El Libro Gordo de Petete, pero a diferencia de estos que trataban todo tipo de temas, Popular Science únicamente se centraba en los de tipo científico. Esta revista fue fundada en el año 1872, popularizándose rápidamente en la Era Dorada Pulp como otro magazine más, donde primaba la espectacularidad y el sensacionalismo, antes que la calidad técnica de los artículos. Dudo mucho que el público objetivo de esta revisa fuesen los jóvenes en concreto, sino más bien todo el público en general con cierto interés por la temática. De todas formas, está claro que supone un punto de referencia ineludible para el caso que nos ocupa. Junto a Popular Science, otra revista a tener en cuenta, también con fines didácticos, fue Popular Mechanics, solo que ésta se centraba más en aspectos prácticos y de aprendizaje referente al uso de maquinaria diversa, como vehículos o electrodomésticos.

Ver Galería de Portadas Popular Sciences & Popular Mechanics

Una revista verdaderamente singular, y que viene a ser la contrapartida rusa de las revistas citadas en el párrafo anterior (Popular Science & Popular Mechanics), fue Technica Molodezhi, fundada en el año 1933. Esta revista trasladaba a los jóvenes lectores a un mundo utópico, una Arcadia Feliz, donde el hombre moldeaba la tecnología a su antojo. A diferencia de los ejemplos anteriores, donde el contenido era más o menos tangible, Technica Molodezhi podría catalogarse como de ciencia ficción predictiva, y según la opinión de muchos expertos, se la considera como el origen de movimientos actuales retrofuturistas como el SteamPunk, o el DieselPunk. Las ilustraciones y las portadas de esta revista son ampliamente reconocidas por su belleza artística, y su calidad técnica. Los contenidos solían ser variados y multidisciplinares, donde tenían cabida desde relatos de ficción, hasta pasatiempos.  Además, contaba con cierto prestigio internacional, lo que hizo que muchos autores extranjeros quisiesen colaborar con la publicación. No resulta extraño por tanto encontrar obras firmadas por Enrico Fermi, Paul Dirak, o Werner Heisemberg, entre otros. Artículo: El Libro Gordo de Petete Ruso.

La pregunta final es ¿pueden usarse los pulps con fines educativos? Desde luego que sí, y no es algo nuevo, pero creo que poco usado. Desconozco por completo que clase de revistas o magazines coleccionan los jóvenes de hoy en día, ni qué clase de contenidos trabajan. Recordemos que la idea fundamental de estas publicaciones, además de estimular la imaginación y la creatividad de los más jóvenes, es también introducirlos en el hábito de la lectura, y la síntesis de información. ¿Cuál es la situación actual? Hasta donde yo sé, La Revista de Petete ya no se publica, y revistas como Muy Interesante no creo que sean apropiadas para los lectores más jóvenes.

Con este artículo hemos querido hacer un acercamiento a la idea, ahora os toca a vosotros enriquecerlo con las debidas aportaciones.