Relatos de cosacos, relatos pulp de Harold Lamb, uno de los escritores más duchos en la materia
Aparte de Taras Bulba, ¿qué otros cosacos famosos conoces? Una de las primeras revistas pulp, y una de las más populares, fue Adventure, y, como su propio nombre indica, estaba dedicada a los relatos de aventura; aventuras de todo tipo. En esta revista, que nació en noviembre del año 1910, vieron la luz un sinfín de personajes, con mayor o menor fortuna, pero que sin duda sirvieron de inspiración para la siguiente hornada de escritores, como por ejemplo Robert E Howard, uno de los admiradores de la obra de Harold Lamb. Pero, ¿Quién fue Harold Lamb, y quién fue Khlit the Cossack, una de sus principales creaciones, publicada en Adventure, entre 1917 y 1926, y que tanto gustó a Howard? Pues bien, si lo tuyo son las historias de cosacos y tártaros en plena estepa rusa, allá por el siglo XVII, este artículo puede ser de tu interés. Te vamos a presentar a un héroe pulp poco o nada conocido: Khlit El Cosaco.
Khlit El Cosaco: Héroe Pulp
Adventure, como ya dijimos en el primer párrafo, fue una de las revistas pulp consideradas como míticas, y que se hizo famosa por sus historias de aventuras, westerns y relatos de detectives, antes de que irrumpiese la ciencia ficción como tal, años más tarde. Fue en esa primera etapa cuando escritores de la talla de Rider Haggard, William Hope Hodgson o, como es el caso que nos ocupa, Harold Lamb, dieron vida a un nutrido grupo de personajes de lo más variopintos, la mayoría olvidados, o quizás, mejor dicho, solapados por las creaciones de sus herederos, como Robert E. Howard, habituales de revistas posteriores que se subieron al carro de esta locura colectiva llamada pulp, como es el caso de Weird Tales.
Harold Lamb (septiembre 1, 1892 - abril 9, 1962), fue un escritor e historiador norteamericano nacido en New Jersey, y alumno destacado en la Universidad de Columbia. Su interés por la cultura asiática pronto centró toda su productividad literaria, llegando a escribir en el año 1927 una biografía de Genghis Kan que le reportó cierta notoriedad en determinados círculos académicos. A partir de entonces se sucedieron sus trabajos como biógrafo de personajes históricos, viajes de investigación por Asia, y diferentes colaboraciones, ya fuese como articulista en una revista, ya fuese como guionista de cine a las órdenes de Cecil B. DeMille, quién le pidió ayuda para rodar su película «Las Cruzadas, 1935». Sin embargo, la fama y el reconocimiento le llegarían de la mano de la revista Adventure, bajo la tutela de su editor Arthur Sullivant Hoffman, el cual siempre elogiaba la habilidad que Lamb tenía para la escritura, describiéndolo como «always the scholar first, the good fictionist second», traducido más o menos por «primero el conocimiento (sabio), después la buena ficción (novelista)». Lamb comenzó a colaborar con la revista a una edad muy temprana, los diecinueve años, y la mayor parte de sus publicaciones fueron de ficción histórica, relatos que se podrían clasificar en tres grandes categorías: Historias de Cosacos; Historias de Cruzados; e Historias de Oriente Medio.
Lamb, de prosa ágil, viva, rápida, sin concesiones a las florituras narrativas, y de ritmo cinematográfico, solía utilizar personanjes con una base real, aunque sus aventuras tendían a desarrollarse en un contexto exótico o de fantasía, totalmente desconocido para el lector medio occidental. Puede que ese exotismo que trataba de infundir al lector con sus historias de jinetes y espadachines por la estepa, tuviesen el mismo efecto que los westerns marcianos de Burroughs, solo que, los cosacos, era un pueblo real, un pueblo lejano y diferente, pero real.
A día de hoy hablar de relatos e historias de pueblos guerreros y nómadas a lo largo y ancho de Asia Central, pasa irremediablemente por citar a Gengis Kan, emperador de los mongoles en el siglo XIII, no obstante, para hablar de guerreros cosacos —pueblo nómada que apareció en el siglo XV, a lo largo de Ucrania y Rusia Meridional, y del que se conocen diferentes tribus según la región a la que se adscribían—, resulta difícil citar nombres propios. Quizás el más destacado de todos ellos, y quizás la imagen que la mayoría de nosotros tenemos de los cosacos hoy en día, venga dada por Taras Bulba, aquella magnífica película de 1962 interpretada por Tony Curtis y Yul Brynner, la cual a su vez era una versión libre de la novela homónima escrita por Nikolái Gógol en 1835. Por tanto, la obra de este escritor ruso, una novela histórica llena de aventuras y romanticismo, es anterior a la creación del personaje Khlit el Cosaco, por el escritor e historiador Harold Lamb. En un artículo anterior ya desgranamos algunos de los conceptos clave de la literatura pulp en Rusia: Russian Pulp. Los Pulp en la Unión Soviética, y, estaría por ver, si existe algún tipo de vinculación o de influencia en la obra de Lamb, respecto a una novela tan popular como es Taras Bulba. Lo que sí está claro es que, en líneas generales, Asia es un continente que proporcionó grandes historias pulp para la literatura occidental, llegando a editarse incluso revistas especializadas, como Oriental Stories (renombrada más tarde como The Magic Carpet Magazine), revista pulp publicada entre los años 1930-34 como spin-off de Weird Tales, y cuya temática es más que evidente por el título. Una revista en la que solía publicar, entre otros, Robert E. Howard. Y, si te gusta Robert E. Howard, y te gustan los relatos exóticos de aventura, fantasía y guerreros románticos, también te gustará la obra de Harold Lamb.
Khlit el Cosaco, es un viejo guerrero al que también se le conoce como Khlit of the Curved Saber, o Wolf, Father of Battles, un héroe pulp que desafía los estereotipos. Es un buen jinete y un hábil espadachín, pero no tiene glamour, encanto, no es atractivo, solo un hombre viejo y corriente, sin embargo tampoco es un antihéroe. Lucha por los inocentes, a los que defiende cuando tiene ocasión. Cree en la justicia y el poder de la fe, pero no pierde el tiempo rezando. También hace gala de un fino ingenio, gracias al cual sale airoso de intrigas y traiciones. Un héroe al que comparan con James Bond, pero sin su atractivo para las mujeres.
El inicio de las aventuras de Khlit tiene como punto de partida su retiro. Sus hermanos cosacos le dan la espalda, ya que es viejo y consideran que está acabado. Y esto sí que es un punto de partida para las andanzas de nuestro personaje, no solo curioso, sino que además resulta muy difícil encontrarle precedentes, a no ser que nos fijemos en un Ingenioso Hidalgo, un Caballero de la Triste Figura. Sí, así a bote pronto, a no ser Don Quijote de la Mancha, no se me ocurre ninguna saga de aventuras que comience justo en el momento en el que el protagonista es un jubilado de facto. Lo usual, en estos casos, es que, tanto el héroe como el antihéroe, sean personas con un mundo y una vida por descubrir, pero no lanzarse a la aventura al ocaso de la misma. Ahora bien, no es que Khlit sea un don nadie, nada de eso, él ha vivido mucho, ha luchado mucho, y ha viajado mucho, pero es ahora, cuando sus hermanos lo fuerzan al retiro, camino de un monasterio, lugar donde deberá permanecer recluido hasta el fin de sus días, cuando Khlit da un golpe sobre la mesa y desafía a su destino. Y es ahí, donde el escritor Harold Lamb decide embarcarlo en una nueva etapa de aventuras, porque la vejez no le llega a uno cuando los demás digan, sino cuando uno la siente en sí misma, y ya no se puede más. Khlit parecerá un viejo, pero no es un viejo.
Todos los relatos de Khlit, 19 en total, han sido recopilados primero en dos libros, titulados The Curved Saber (Doubleday 1964); y The Mighty Manslayer (Doubleday 1969). Más recientemente, en una nueva edición (University of Nebraska Press), podemos encontrar las aventuras de Khlit divididas en una serie de cuatro volúmenes, junto con otros relatos del autor también de cosacos, que llevan por títulos: 1) Wolf of the Steppes; 2) Warriors of the Steppes; 3) Riders of the Steppes; y 4) Swords of the Steppes. Lamentablemente, que sepamos, todos estos relatos no están traducidos al español. Si bien las historias de Khlit el Cosaco (19) son las más conocidas del autor, Harold Lamb escribió más de 40 relatos diferentes sobre aventuras de cosacos. Los tienes todos a la venta en Amazon, formato papel, pero en inglés: Amazon.com | Amazon.es Para kindle, si quieres practicar el idioma, también se pueden encontrar algunos recopilatorios de relatos a precios interesantes, por debajo del euro: Harold Lamb Kindle.
Por mi parte, pienso reinventar el género. Voy a escribir un relato pulp sobre cosacos espaciales… The Space Cossacks…, ¡ups! Me suena que esto ya está reinventado. Mejor..., voy a escribir sobre un clásico de la ficción bélica, es decir, voy a poner una pica, en vez de Flandes, a orillas del Rio Don; o lo que es lo mismo, enviaré a Los Tercios Españoles a luchar contra Los Cosacos... Bueno, no me veo demasiado lúcido ahora mismo para ello, así que, aprovechando que acabo de recordar un videojuego bastante viejo, pero que me encantaba: Cossacks, uno de esos de estrategia al estilo de Age Of Empires, y que recuerdo con cariño, a ver si lo encuentro y me echo unas partidas... Y si no, ¡qué diablos! Me voy a ver ¡Taras Bulba! Si es que, esto de tener la cabeza echa un lio, no puede ser bueno.
¿Conocias este héroe, personaje pulp? Si os van los temas de cosacos, no dudéis en dejar vuestro comentario.
Más info: Harold Lamb Web | Khlit the Cossack Wikipedia | Heroes of the steppes the historicals of Harold Lamb