Garrapatas mutantes, 1993

Detalles: Categoría de nivel principal o raíz: Películas; Categoría: Análisis; Publicado: Miércoles, 25 Mayo 2011 10:48; Escrito por Emilio Iglesias

Ticks o Garrapatas Mutantes (1993); la típica película de bichos poco recomendable para aprensivos

Las monsters movies, o películas de bichos mutantes, como prefiero llamarlas, son sin lugar a dudas uno de los tópicos más prolíficos y socorridos en la historia del cine de terror. El género de los bichos cabreados nos ha proporcionado infinidad de títulos, secuelas, remakes…, y me resulta muy difícil pensar en algún bichejo que no haya tenido su película. No sé si quedará alguno, aunque dada la enorme variedad de especies que existen en el reino animal, es de suponer que sí... La pregunta es ¿Cuál propondríais? El tema incluso tiene su género propio, muy recurrente en la literatura pulp: BEM (Bug Eyed Monster). Ahora bien, en lo que se refiere a «bichos normales», y no inventados, citar ejemplos de películas puede ser una tarea titánica. Los primeros que recuerdo, sin morir en el esfuerzo, son: arañas (Arac Attack, 2002); babosas (Slugs, muerte viscosa, 1988); cangrejos (El Ataque De Los Cangrejos Gigantes, 1957); cucarachas (Nido Subterraneo, The Next, 1988); gusanos (Gusanos Asesinos, Squirm, 1976), y un largo, larguísimo etcétera. No estaría de más tener un buen listado. Supongo que alguno habrá, pero las búsquedas que hice por google no fueron muy fructíferas.

Este tipo de películas son todas iguales. El esquema es siempre el mismo, y las únicas diferencias las encontramos en la ambientación, los efectos especiales, y el trabajo de los actores. La temática en sí misma es cíclica, y de alguna forma siempre está de moda. Es como los zombis, cada cierto tiempo no nos importa ver otro título, aunque ya sepamos como empiezan y como acaban ¿Verdad?

Dentro del género de bichos, concretamente, los más repulsivos y los que más juego han dado son los que podríamos considerar “parásitos”. Dadas sus características la repulsa está garantizada. Creo que todos estaremos de acuerdo en que no hay nada más asqueroso y repugnante que un parásito, y ésta ha sido la idea de base para grandes películas como los Aliens de Ridley Scott, quien ha sabido como nadie llevar la idea a un extremo verdaderamente aterrador.

Volviendo a un plano menos alienígena, entre los parásitos más comunes que todos conocemos, está sin duda alguna la garrapata —o carracho, como les llamamos en Galicia—. Son realmente asquerosas, y es muy, muy complicado librarse de una plaga. En las zonas campestres es fácil encontrarlas, y averiguando algo más sobre ellas, un dato que me ha resultado espeluznante es su “paciencia”. Pueden sobrevivir hasta 20 años aguardando el paso de un huésped.

A mí, éste es uno de los bichejos que más asco me dan, y además miedo. Las arañas hasta cierto punto son “majas”, digamos que aun siendo peligrosas tienen su encanto, pero las garrapatas —las cuales también son arácnidos, y no insectos—, son…, son…, mejor me callo. Y ojo, que no solo “pican” a los perros, o a los animales de granja, sino que también atacan a los humanos, y las posibles complicaciones son para echarse a temblar.

No voy a seguir hablando de esos malditos bichejos, que tampoco sé mucho de ellos, y para más información mejor consultar webs especializadas. Simplemente comentaré un par de líneas sobre la película en cuestión Garrapatas mutantes.

Acostumbrado a ver todo tipo de bichos con mutaciones carnívoras, este título no debería suponerme problema alguno; digamos que estoy curado de espantos. Sin embargo, tenía algunos reparos en verlo. ¿Y bien? Por suerte, o por desgracia, la película en líneas generales resulta muchísimo menos repulsiva de lo que cabría esperar. Las garrapatas son gigantes, del tamaño de un gato, y tanto su aspecto, como su forma de correr a toda velocidad —y eso que las patas son cortísimas—, da más risa que otra cosa. Debemos tener presente que se trata de Serie B ochentera —aunque está fechada a principios de los noventa—, y la falta de medios es más que evidente. Aun así, gracias a un guión medianamente elaborado, y al empeño de todo el equipo, el resultado final es el de un producto no solo aceptable, sino que además superior al de muchos otros títulos coetáneos.

El argumento se las trae…, por un lado tenemos un grupo de muchachos conflictivos que deberán pasar unos días en el campo como terapia, por otro lado unos pirados a cargo de una plantación de marihuana que abonan con esteroides para acelerar el crecimiento, y por último, unas bonitas garrapatas a las que dicha combinación de maría con hormonas les provocará una serie de terribles mutaciones. Lo curioso es que no afecte también a otras especies... Todo lo que vendrá después no es muy difícil de imaginar.

No cabe duda que estamos ante una película artesanal, sin efectos digitales, pero eso sí, muy logrados para una serie b. Entre las curiosidades destacar a uno de los protagonistas, Alfonso Ribeiro «Carlton Banks, el primo del «Príncipe de Bel-Air», en plan perdonavidas. También debemos hacer mención a uno de los productores, Brian Yuzna, todo un experto en estos temas.

Sinopsis: Adolescentes problemáticos de Los Ángeles participan en un proyecto de vida natural en el desierto que intenta ponerlos en contacto con las prioridades de la vida de la mano de los caritativos Holly y Charles. Cuando llegan al lugar de acampada comienza a tener problemas para acomodarse a la vida en la naturaleza debido a que los cultivadores locales de marihuana usan esteroides para acelerar el crecimiento de las plantas y han creado garrapatas mutantes.

FICHA: TITULO: Ticks (Infested). OTROS TÍTULOS: Garrapatas mutantes. AÑO: 1993. GÉNERO: Terror. PAÍS: Estados Unidos. DURACIÓN: 85 minutos. DIRECTOR: Tony Randel. GUION: Brent V. Friedman. INTERPRETES: Alfonso Ribeiro; Ami Dolenz; Clint Howard; Rosalind Allen; Seth Green; Virginya Keehne; PRODUCTOR: Jack F. Murphy; Brian Yuzna. FOTOGRAFÍA: Steve Grass; Jacques Haitkin. MUSICA: Daniel Licht; Christopher L. Stone. MONTAJE: Leslie Rosenthal.

Veredicto: Título poco conocido, pero imprescindible. Contiene todos los tópicos acostumbrados, y no defraudará a los amantes del género. Se echan en falta algunas escenas subidas de tono, típicas de los campamentos juveniles, y una estética un poco más cuidada. Los efectos especiales están a la altura, sin los pegotes digitales que solemos encontrar en las producciones de hoy en día con bajo presupuesto. Si no la has visto, dale una oportunidad.