Vuelve el pulp clásico, y lo hace en formato Space Opera, como las historias de antaño, y eso es de agradecer
La estética pulp, la esencia pulp está que se sale, y los grandes estudios de cine han apostado definitivamente por ella. Desde los personajes y superhéroes clásicos y que todos conocemos, como Superman, El Zorro, o El Llanero Solitario, hasta otros menos conocidos, como John Carter, pero no hay duda de que Hollywood está dispuesta a ponerlos a trabajar a todos, rescatarlos de su letargo. Es como si directores, guionistas y productores se hubiesen lanzado en busca de la mejor historieta pulp que llevar a la pantalla y, por fortuna para nosotros, hay muchísimo donde escoger. Los Guardianas de la Galaxia es cien por cien pulp, y no solo eso, sino que además, una producción cinematográfica llena de guiños pop que harán las delicias de todos los aficionados ochenteros, que somos muchos. Sin embargo, siendo justos y en honor a la verdad, el Space Opera que nos proponen Los Guardianes de la Galaxia, aunque de influencias pulp innegables, estos personajes no fueron creados en la Era Dorada Pulp, sino que son bastante más modernos. De hecho su nacimiento data del año 1969 (Arnold Drake y Gene Colan), cuando vieron la luz por primera vez en un comic de Marvel.
Aunque los efectos especiales y la puesta en escena dista enormemente de las películas Space Opera que poblaron los cines en los años ochenta, el resultado tiene ese regusto característico. Es curioso, pero la primera película que me vino al recuerdo, nada más arrancar los Guardianes de la Galaxia, es una que seguro os hará derramar un par de lagrimillas de nostalgia: ¡The Last Starfighter (Starfighter: La aventura comienza, 1984)! No me preguntéis por qué saco a colación esta pequeña joya, porque ni yo mismo lo sé, pero es obvio que los puntos en común son muchos. Los Guardianes de la Galaxia, con su banda sonora pop ochentera, y las especies de bichos parlantes, como el divertidísimo mapache Rocket, son en efecto pulp, y son ochenteros. Solo le faltó un guiño, un guiño mágico, y la asociación de ideas hubiera sido perfecta. ¿Qué guiño es ése? ¡Pues cual va a ser! En la nave espacial de Star-Lord tenía que haber un arcade, una maquinita de recreativos. Esto sí que sería un puntazo, ¡joder que sí! Ver a Star-Lord echarse unas partiditas, junto con Rocket, preguntando qué demonios era esa antigualla, sería lo más, y si aún por encima fuese “El últmo Star Fighter”... ¡orgásmico! Vale, sí, lo sé, a veces se me va la pinza un rato largo, pero es lo que tiene no tomarse la medicación. Ustedes me disculpen.
Antes de seguir, que sepáis que no soy ningún experto en el universo Marvel, de hecho apenas lo conozco. Es más, Los Guardianes de la Galaxia ni sabía que existían hasta hace más bien poco, y tras ver los primeros trailers me temía lo peor. Pensé que sería alguna patochada infantil atiborrada de explosiones y colorines por todos lados. Ese lo que tiene hoy en día las películas, un guión pobre, unos personajes estereotipados, y unos efectos especiales que se llevan más del 90% del presupuesto, o algo así, pero que a día de hoy ni son especiales, ni producen ningún efecto; bueno sí, aturullan que da gusto. Hace unos días vi la última secuela de Transformers (Age of Extinction - Transformers 4), y vaya, que batallas más largas, que ruido, y que manera de sacudirse, pero ¿de qué iba? Ni idea, la vi hace una semana y ya no me acuerdo de nada. Ése es el gran problema de este tipo de películas. Con Los Guardianes de la Galaxia hay momentos en los que parece que todo lo que nos va a ofrecer son ruidos y fuegos de artificio, pero no, éstos terminan justo antes de que te pongas a bostezar.
Lo más importante de este tipo de películas son los personajes, y la trama que los contextualiza, que les da vida, que les de credibilidad. Aquí tenemos un comando, con sus estereotipos, y que se amoldan bastante bien. El cemento que los mantiene unidos es Star Lord, una suerte de Han Solo, pillo, temerario, y enamoradizo. Luego tenemos a su pitufina, una bellísima Zoe Saldana que quizás te suene familiar. Sí, lo que ahora es verde, antes era azul; hablamos de la película Avatar. De ahí lo de pitufina, un juego de palabras súper ingenioso marca de la casa. Cuando queremos somos la mar de simpáticos, así somos los críticos pulp. En fin, siguiendo con los personajes, luego tenemos al más cachondo de todos un mapache que no calla ni debajo del agua, y que siempre está liándolo todo. Los otros dos son un poco de relleno, Drax el Destructor, un cachas descerebrado, tal cual, sin más, y por último, un árbol con patas cuyo nombre te quedará bien grabado, pues no para de repetirlo. Aunque más interesante que el musculitos, no deja de ser un personaje secundario. En cuanto al villano, éste carece de la maldad suficiente como para que lo odiemos o, de alguna manera, nos haga sentir. El villano está totalmente desdibujado. Había que poner uno, y pusieron el primero que se les ocurrió, bueno, el primero no, el que es, pero no logra transmitir emociones. No esperéis un Darth Vader, porque no, nada de eso. Y luego, un pseudo villano, uno de estos que parece que será malo, luego es bueno, otra vez malo, y después termina echando un cable. Una cara conocida que todo el rato estaba diciendo… ¿pero yo a este tío dónde lo he visto antes? Pues ahora caigo, era el hermano de Daryl en The Walking Dead, y el “padre adoptivo” de Star Lord en esta serie. Recalcar lo de adoptivo, porque el padre verdadero a saber quién es, pero desde luego un humano de andar por casa, pues va ser que no, que los genes del chaval ya los quisiera yo para mí; los genes y la novia, que el verde es mi color de la suerte; o eso creo.
James Gunn, director de este pastiche pulp, con un comando de acción inverosímil, ha hecho lo imposible y, por difícil de creer que parezca, la película funciona. De todas formas el reparto es bastante engañoso, sobre todo si miras los títulos de crédito. Es lógico pensar que Vin Diesel es Drax el Destructor, pero a poco que afinas la mirada, verás que los rasgos no coinciden del todo. En realidad Vin Diesel es Groot, el tronco de carballo, que dirían en mi tierra, solo que en alma, y no en cuerpo. El cachas está interpretado por Dave Bautista, un luchador profesional que, cosas del reciclaje, se ha metido a actor de cine. Otro tanto pasa con Bradley Cooper, está claro que el personaje de Star Lord le pegaba, pero no, es el mapache. El protagonista de toda esta historia es Chris Pratt (Peter Quill / Starlord)
Cuesta creer que un proyecto de semejante envergadura fuese a parar a las manos de un director de tan poca solera como James Gunn, cuyos trabajos previos, dirigiendo el cotarro, se limitan a la recomendable Slither (2006), una típica película de bichos feos y babosos que se comen a los pueblerinos de turno, en algún lugar perdido de Estados Unidos, y Súper (2010), la que, casi con toda seguridad, sea la película de superhéroes más rara de la historia. Súper es una cinta menor, independiente, de un tipo normal que se las gasta de súper héroe, una especie de Kick Ass, pero más trágico que cómico. Una película que a mí no me gustó demasiado, y desde luego no la recomendaría, a no ser que quieras experimentar con cosas diferentes. De esta guisa, dar el salto a la factoría marvel, y hacerlo por la puerta grande, es todo un triunfo. Todo parecía diseñado para que Los Guardianas de la Galaxia fuese un desastre, y todo ha salido al revés, siendo, un éxito.
Los Guardianes de la Galaxia es puro pulp, es pop, y es, en definitiva, ochentera. Si te gustan estos tres ingredientes, te gustará sin duda alguna. Obviamente sus aventuras no acaban aquí, y la Galaxia, como no podía ser de otra manera, no tardará mucho en estar otra vez en peligro. Presumiblemente el nuevo enemigo sea el todopoderoso Thanos, y todo apunta a que tendremos crossover de los buenos. Más pronto que tarde, Los Vengadores y Los Guardianes de la Galaxia lucharán codo con codo, y eso sí que será divertido. ¿Cómo reaccionará Gamona al ver a Hulk? ¿Se fundirán en un sueño húmedo y verde? O, por el contrario, Star Lord le tirará los tejos a la Viuda Negra. Vale, ya sé que salvar la galaxia es lo primero, pero el batiburrillo con tanto superhéroe va ser de aupa. No pienso perdérmelo. Y a ver si Marvel remonta, porque las series individuales, como Thor 2, padre de todos los coñazos habidos y por haber, o incluso Iron Man 3, con la misma gracia que una gaseosa descorchada en el Antiguo Testamento, podría ser la tumba de la factoría, así que, señores mandamases, vayan tomando nota.
Con Los Guardianes de la Galaxia El listón ahora está muy alto, y la Space Opera es como una droga para todo amante del buen pulp. Queremos más, pero que sea bueno, por favor. ¡Dadme pulp, please!
Veredicto: Échale un ojo, porque la peli está muy bien, si te gusta el tema, claro está. Lo más chocante, el cameo de El Pato Howard en la secuencia post créditos. ¿Pero qué demonios pinta ahí? No controlo mucho de los universos paralelos de la Marvel, pero estas ideas de olla, me encantan. ¡A disfrutarla, se ha dicho!
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Más Info Wikipedia: Guardianes de la Galaxia (comic) | Guardianes de la Galaxia (película)