«La verdad está ahí fuera…». En el artículo que sigue nuestro amigo Eihir nos invita a recordar esta magnífica serie de televisión

Expediente X (X-Files en inglés) fue una serie de televisión de los noventa (1993-2002) cuyo éxito resultó tan tremendo como inesperado. Dentro de la Literatura Pulp uno de los tópicos más característicos es el de los detectives e investigadores de lo paranormal: Occult Detective Fiction; fuente de inspiración inequívoca para los productores de la serie. Sorprende que, hasta la fecha, no hubiese ninguna otra propuesta televisiva similiar que metiese al público en el bolsillo de la misma forma que lo hizo Expediente X. La mayoría de los intentos fueron bastante discretos, muchos de ellos en la década de los ochenta, entre los que cabe destacar (al menos que ahora recuerde) ejemplos como Cazadores de Sombras (1985-86), o Misterio para tres (1987). De todas formas, y para más información, en IMDB podríamos obtener una lista con un buen puñado de títulos: Occult Detectives. Sin embargo, la pareja de detectives del FBI creada por Chris Carter para la cadena Fox, e interpertados por David Duchovny y Gillian Anderson, como los agentes Fox Mulder y Dana Scully, sencillamente arrasó, desbordando todas las expectativas.

Un servidor vio la serie en su momento, en los noventa, ofrecida en nuestro país a través de Telecinco, en aquella España donde no había Internet ni teléfonos móviles, ni canales de pago, ni euros, etc. Cuando llegaba la noche lo único que quería era ver Expediente X, e ir al día siguiente al instituto para comentar el episodio de turno con los colegas. En su momento pensé que era la mejor serie que jamás se hubiera estrenado en la pequeña pantalla, y eso que yo era muy fan del Coche Fantástico, El Equipo A, MacGyver, los lagartos de V, El Halcón Callejero, El Trueno Azul, El Gran Héroe Americano y Bola de Dragón, todas ellas muy molonas y que me dejaron huella. Pero a los amantes de lo paranormal como yo, de las conspiraciones, de los alienígenas, poseíamos un cierto vacío en nuestro ánimo que Expediente X se encargó de llenar. Y ahora, tras 20 años desde el estreno del primer episodio, he vuelto a ver la serie completa junto a las dos películas, y sigo opinando lo mismo. Con sus defectos (que los tiene, y muchos), no hay serie actual que me haya enganchado tanto como ésta, ni The Walking Dead, ni Juego de Tronos, ni Perdidos. Pero, por supuesto, para gustos colores; y habrá mucha gente que no le guste las opiniones que van a encontrar en las siguientes líneas, otros que sí las compartan y otros que se queden a medias. Mi humilde intención con este pequeño artículo es recordar la serie adulta que más me ha marcado desde muy joven, homenaje que aprovecho ya que en enero del año que viene se estrenará la décima temporada con el retorno de sus protagonistas originales.

Review de Expediente X. Serie y Películas

Expediente X se estrenó en 1993, con Chris Carter como creador, Frank Spotnitz como productor y Kim Manners y Rob Bowman como los directores con mayor número de episodios de la serie a sus espaldas. En el episodio piloto se puede apreciar las bases de la serie, ya que el agente del FBI Fox Mulder (David Duchovny) y su compañera Dana Scully (Gillian Anderson) investigan un caso de abducciones extraterrestres en Oregón. A partir de aquí poco a poco se van dibujando los caracteres de la pareja protagonista, un fanático de las conspiraciones cuya propia hermana fue abducida y una científica que solo cree en lo racional a pesar de las evidencias paranormales. Precisamente este fue uno de los factores fundamentales del éxito de la serie, la relación entre sus carismáticos protagonistas que evolucionó desde lo profesional hasta pasar a un plano sentimental.

Otro factor clave fueron los personajes secundarios, como El Fumador, el Director Skinner, y el traidor agente Alex Krycek, cuyas actuaciones incluso hacían sombra a veces a los propios protagonistas. Cabe mencionar que a lo largo de las nueve temporadas que duró la emisión, se pudieron ver rostros hoy en día muy conocidos pero que entonces eran apenas unos principiantes, como el caso de Joe Black (King Kong) y muchos otros (hasta aparece en un par de episodios la famosa Xena).

Como dato a destacar no hay que olvidar que la música corrió a cargo de Mark Snow, autor de la pegadiza musiquilla que hoy en día todo el mundo recuerda. Precisamente la música de cada episodio permitía discernir si se trataba de uno “serio” o alguno de los episodios de tinte “cómico” que yo tanto odiaba.

A continuación voy a estructurar Expediente X en tres grandes partes, para mayor comprensión: 1) Las 5 primeras temporadas, más la primera película (Expediente X: Enfréntate al Futuro); 2) Las temporadas 6 y 7; y 3) Las temporadas 8 y 9, más la segunda película (Expediente X: Creer es la Clave).

1) Temporadas 1 a 5, y primera película

Expediente X tuvo un arranque genial, con un Fox Mulder entre gracioso, irónico y terco, y una Dana Scully encantadora, algo ingenua y por supuesto absolutamente racional, descubriendo misterios sorprendentes cuya explicación era distinta según el punto de vista de cada uno de los agentes. La temática de los casos era de lo más variada, extraída de las tradicionales historias pulp pero enmarcadas en un contexto más actual. A lo largo de los primeros cinco años el espectador pudo contemplar desde el sofá una amplia gama de tramas, desde abducciones alienígenas hasta presencias espirituales, pasando por licántropos, vampiros, combustión espontánea, viajes en el tiempo, espíritus invisibles, experimentos genéticos, súcubos, posesiones, brujería, sectas adoradoras del demonio, y mucho más. Sin embargo el punto fuerte de Expediente X siempre fueron los extraterrestres, ya que desde el principio el espectador es consciente de que existe una conspiración oculta del gobierno para evitar que se conozca la presencia alienígena en nuestro planeta. Esa conspiración en la sombra es de lo que trata lo que los fans denominaron la trama principal, de la cual hablaremos más adelante.

Como complemento a los dos protagonistas, tenemos a un auténtico repertorio de secundarios, de los cuales cabe destacar los siguientes:

El Fumador: Interpretado por William B. Davis, es el villano de la serie. Es uno de esos personajes icónicos que simplemente con su aparición llena la pantalla, y aunque al principio lo único que hace es fumar un cigarro tras otro y mirar con mala leche, poco a poco llega a establecerse como uno de los pilares fundamentales de la serie. Aunque en algunos capítulos parece aliarse con alguno de los agentes del FBI, siempre lo hace con un auténtico interés egoísta, a pesar de que al final se revele como el auténtico padre biológico del agente Mulder.

Director Walter Skinner: El actor Mitch Pileggi apareció en la segunda temporada para seguir vinculado a los Expedientes X en todas las demás, apareciendo incluso en las dos películas. Un personaje muy interesante que evoluciona desde un jefe gruñón al mejor aliado de los protagonistas.

Los Pistoleros Solitarios: Si Mulder fuese D’Artagnan, estos tres peculiares frikis serían los Tres Mosqueteros. Reflejo de los arquetipos de amantes de las conspiraciones, muchos de los seguidores se vieron identificados con uno de los tres Pistoleros. Incluso tuvieron una serie propia, aunque solo duró una única temporada. Aliados de Mulder hasta el final, siempre le ofrecieron sus conocimientos tecnológicos y de infiltración para proporcionarle información a datos secretos del gobierno.

Alex Krycek: Si el Fumador es el villano “cerebral” de Expediente X, Krycek (pronunciado de formas diferentes en la serie, casi siempre como “Krechec”) es el villano “físico”. Su primera aparición es como un agente del Fumador encargado de espiar a Mulder, pero más adelante se revela como asesino del Sindicato que conspira con los extraterrestres. Al igual que el Fumador, su aparición revela automáticamente al espectador que se encuentra ante un episodio de la trama principal. Escalofriante el episodio en que le cortan un brazo para supuestamente salvarle del Cáncer Negro (del que no estaba infectado), lo que hace que su mano izquierda sea de plástico.

El Cazarrecompensas Extraterrestre: Buscad por internet el nombre del actor que interpretó a este personaje y sabréis automáticamente de quién se trata, pues el rostro de Brian Thompson es archiconocido por todos los amantes de las películas de acción ochenteras y noventeras (su primer papel fue uno de los tres punkis que se encuentran a Terminator en la película original, además de ser el malo en la peli de Stallone “Cobra”, o el villano del film de Van Damme “The Order”, y muchas otras pelis más). Este personaje solamente aparece en los episodios de la Conspiración, normalmente para borrar las pruebas de la presencia alienígena y dejar siempre a Mulder y Scully con un palmo de narices.

Los Confidentes: Que sería de una conspiración sin confidentes que soplasen la información a cuentagotas. Garganta Profunda, X y Marita Covarrubias fueron los tres soplones que filtraron información de la conspiración extraterrestre a Mulder, los dos primeros a cargo de sus vidas. Los tres tenían en común que trabajaban para el Sindicato pero no compartían la forma de llevar a cabo sus planes.

Estos fueron para mí los secundarios fundamentales de la serie, pero por supuesto aparecieron muchos otros también importantes, como la hermana de Mulder, sus padres, la familia de la agente Scully, el niño Gibson que podía leer las mentes, el agente Spender (hijo del Fumador y hermanastro de Mulder), los integrantes del Sindicato, etc.

La serie siempre tuvo dos tipos de episodios, los llamados episodios sueltos (que trataban un tema concreto que se resolvía normalmente en un episodio, y algunas veces en dos) y los pertenecientes a la conspiración extraterrestre o trama principal (o simplemente, la Conspiración). Y aquí entramos en la primera cuestión de debate, pues muchos de los seguidores de la serie no eran partidarios de esta gran trama que prácticamente duró toda la serie de principio a fin. En aquellos tiempos donde no había internet, si el televidente se perdía un episodio de la Conspiración podía perder un poco el hilo y dejar de enterarse de lo que ocurría (lo que no pasaba si uno se perdía un episodio individual). Y por supuesto estaba el hecho de que la trama principal no estaba bien argumentada, dando continuos vaivenes que terminaron cansando al seguidor, como el malogrado tema de la abducción de Samantha Mulder (un tema recurrente y cansino hasta la saciedad que nunca quedó aclarado del todo).

¿En qué consistía dicha Conspiración? Pues en la existencia de una raza alienígena con planes para invadir el planeta de una forma secreta y pactada (nada de ataques al estilo de la Guerra de los Mundos o Independence Day), la cual se alía con un grupo de altos mandos del gobierno llamado el Sindicato para que se encarguen de preparar el terreno y ocultar las posibles pruebas de todo el asunto. Avistamientos ovni, experimentos secretos, el Cáncer Negro (sustancia extraterrestre que servía para infectar a los humanos y convertirlos en esclavos), la vacuna experimental contra dicha sustancia, la creación de híbridos medio humanos y medio alienígenas, agentes extraterrestres con sangre verde tóxica, etc…, son ejemplos de lo que podía verse en ese tipo de episodios.

Expediente X: Enfréntate al Futuro (1998) fue la primera película basada en el universo de Expediente X, y se llevó a la gran pantalla tras finalizar la quinta temporada, en pleno éxito de la serie. Los fans vieron esta película de dos formas muy diferentes, ya que simplemente se trataba de un episodio largo de la trama principal, continuando los hechos acontecidos en el último episodio de la quinta temporada (donde Mulder y Scully eran apartados de los Expedientes X). Por un lado estaban los que odiaban la Conspiración, y por tanto trolearon a más no poder la película; y por otro lado, los amantes de la trama principal la disfrutaron, aunque a algunos les fastidiase el hecho de que dejaran el tema a medias y no finalizaran el hilo argumental, sintiéndose algo insatisfechos.

2) Temporadas 6 y 7 (el principio del fin)

Llegó la sexta temporada…y la burbuja estalló. Esta sin duda es la peor de todas las temporadas, y no es solo la opinión de quien suscribe este artículo, sino la de muchos fans de la serie. El grueso de aficionados que no eran fans del misterio y lo paranormal y que veían la serie como una más de la parrilla (recordemos la escasa oferta que había en nuestra tele de entonces) desertaron a otros menesteres. La magia se perdió, la serie evidenció un efecto cansancio que le ocurre a todas las series tarde o temprano, y los fans comenzaron a desesperarse. ¿Fue un auténtico caso de Expediente X lo que le ocurrió a la serie?

Pues no. Simplemente es la hora de sacar el hacha y hacer rodar cabezas, pues hay varios factores (y todos ellos terrenales) que propiciaron el estrellamiento de la serie justo en aquel fatídico momento. Analicémoslo con calma y tranquilidad.

Factor 1: La relación entre Mulder y Scully. A estas alturas ya nadie se creía la postura de encabezonamiento de la agente Scully respecto a los fenómenos paranormales, y eso que ya no era la muchacha ingenua y principiante del inicio de la serie. Pero eso de que se daba con las narices contra el muro del enigma paranormal y lo evitase con argumentos ridículos ya comenzaba a cansar, así como las casualidades forzosas que propiciaban que siempre era Mulder quien veía el fenómeno sobrenatural, mientras Scully curiosamente llegaba un segundo tarde para verlo. En una palabra, increíble.

Factor 2: La Conspiración. La trama principal también comenzaba a cansar al aficionado, pues era demasiado obvio que iban dando tumbos sin sentido. Solamente faltaba que hiciesen un episodio al estilo Perdidos y que dijeran que todo era un sueño o estaban todos muertos. Un ejemplo es el tema de Samantha, la hermana de Fox Mulder, que primero es abducida, luego se supone que forma parta de unos experimentos de clonación, luego que fue víctima de un secuestrador de infantes, luego que fue donada voluntariamente por su padre como parte de un trato con los invasores,… Lo dicho, estaban embrollando al espectador propiciando que su interés decayera de forma alarmante.

Factor 3: Los Episodios Individuales. Tras más de cien episodios a sus espaldas, lógicamente se habían terminado los diferentes tipos de misterios y fenómenos que mostrar al espectador (recordemos que éstos se basaban en presentar una amenaza paranormal concreta que era combatida por Mulder y Scully con mayor o menor grado de éxito, como una especie de fórmula al estilo “el peligro de la semana). Se había visto de todo, y algunos temas comenzaron a ser recurrentes, como el de los niños (personalmente creo que hay demasiados episodios donde hay niños de por medio). Y también está el hecho de que en estas dos temporadas (sexta y séptima) los episodios cómicos fueron mucho más numerosos (y absurdos), y a mucha gente éstos les sacaron de la serie.

Factor 4: Telecinco. En España este canal comenzó a maltratar la serie, poniendo reposiciones de temporadas pasadas sin anunciar que lo eran, cambiando el horario y el día de emisión, etc… El espectador llevaba un lío tal en la cabeza que ya no sabía a qué temporada pertenecía un episodio en concreto. Tal vez era mejor hacer zapping y ver que hacía la competencia, eso de expediente X ya estaba muy visto…

Ejemplo de estos fueron los episodios tipo El Triángulo de las Bermudas (donde por cierto tiran por tierra un tema del que la serie podía haber sacado mucho más jugo); El Mundo de los Sueños (un absurdo cambio de cuerpos entre un agente del gobierno y Mulder propicia una serie de eventos demasiado exasperantes para mi gusto); El Fantasma de la Navidad (otro episodio que también sobra) y muchos más. Era el principio del fin, un hecho que se constataría en las dos temporadas siguientes (las últimas de la serie).

3) Temporadas 8 y 9 (el fin)

Y llegó el final. Tras el bajón de la serie, y ante el abandono de David Duchovny que no deseaba encasillarse en el personaje, se hizo un lavado de cara a Expediente X que ya no la conocía ni su madre (o su padre, en este caso Chris Carter).

Por una parte la serie tuvo dos nuevas incorporaciones, los agentes del FBI John Doggett (con la cara del siempre villano de metal líquido de Terminator 2, Robert Patrick) y Mónica Reyes (la desconocida Annabeth Gish). Fox Mulder fue abducido, por lo que solo apareció en contados episodios de la octava temporada y en el último episodio de la serie. Scully, embarazada gracias a un experimento secreto, tiene menos peso en la serie, fundamentalmente al principio de la octava temporada. Y es que cuando una serie pierde a sus protagonistas deja de ser lo que era, pierde toda su esencia, con lo cual se produjo el descalabro total. No nos engañemos, por muy bien que lo hiciera Patrick, la gente quería ver a Mulder y Scully, no a Doggett y Reyes. Y con el fin de la trama principal y la supuesta muerte del Fumador, a la serie le faltaba un sólido arco fundamental.

Ni el tema de la abducción de Mulder era demasiado atractiva (el espectador no era tonto y sabía que era una pobre excusa para el abandono de la serie por parte del actor), ni tampoco el embarazo de Scully a través de un experimento (el hijo encima contaba con los genes de Mulder como padre biológico). Y como si fuese algo religioso o espiritual, el bebé William era especial y el elegido por los extraterrestres, como una especie de Mesías. Hecho ciertamente increíble, dado que en un capítulo querían matarlo y en otro salvarlo. Más dosis de confusión para el espectador.

En este sentido aparece un nuevo giro sustituyendo la Conspiración del Sindicato con la creación de los Supersoldados, que la verdad sea dicha no es más que un torpe intento de alargar lo que ya no podía estirarse más, argumentalmente hablando. Ni Skinner ni los Pistoleros Solitarios podían hacer más. Expediente X había muerto, simplemente.

Y ante el gran fracaso, al menos los responsables de la serie tuvieron el valor de finalizar todo el tinglado con un digno episodio final, con el doble de duración que uno normal. Aunque habría que matizar lo de digno, pues algunas cosas quedaron en el aire. Con la vuelta de Fox Mulder, que es detenido por los militares al entrar sin autorización en unas instalaciones del gobierno, se produce el efecto reconciliador con el espectador fan de la serie. El juicio al que someten al agente Mulder no es sino una excusa pobre para rememorar brevemente los mejores instantes de la serie en su trama principal, por donde desfilan lúgubremente personajes como Marita Covarrubias, el niño Gibson, e incluso el fantasma del villano Alex Krycek. Mulder se fuga de la prisión militar con ayuda de Skinner, Scully, John Doggett, Mónica Reyes y sorprendentemente (y sin venir a cuento) con el último Director del FBI, Kersh, que siempre se había considerado como perteneciente a la Conspiración. Otro bofetón para el espectador, aunque no sería el último. La palma se lo lleva el Fumador, al cual no se había visto desde la temporada anterior, y que resultaba que no estaba muerto. Apartado del mundo, con el cáncer comiéndole por dentro, su último triunfo es ver hundido a Mulder sabiendo la fecha de la inminente invasión alienígena (por cierto, el 12 de diciembre de 2012). Un par de misiles se encargan de volar por los aires la morada del Fumador, y la última escena de la serie es el abrazo sentimental entre un desencantado Mulder y una cansada Scully, intentado creer en la débil esperanza de que tal vez sea posible detener la invasión.

Y así acabó la serie de Expediente X, con cierto sabor amargo en su final.

Sin embargo la cosa no acabaría aquí, ya que en 2008 se estrenaría en la gran pantalla Expediente X: Creer es la Clave, con los mismos protagonistas y creadores de la serie original. Con un planteamiento parecido al de un episodio individual pero más largo, la película nos trae de vuelta a Fox Mulder y Dana Scully convertidos en pareja. El FBI está investigando un caso donde un cura pederasta tiene visiones de los crímenes, y reclama la presencia de Mulder como asesor a cambio de perdonarle (recordemos que supuestamente está en busca y captura desde el final de la serie). La película no está mal, es entretenida y obvia completamente todo lo relacionado con la conspiración extraterrestre, centrándose solo en el caso y en los problemas personales de la pareja.

El Cómic de Expediente X

Existe un cómic de Expediente X supuestamente oficial que se revela como la Décima Temporada. No lo he leído, ni tampoco sé si tendrá algo que ver con la nueva temporada que van a estrenar en 2016, pero he visto que hay críticas dispares y no parece que haya contentado a mucha gente. Yo este tipo de productos nunca los considero indispensables, como esos cómics que continúan la película de La Cosa o la serie de Smalville, ya que en mi opinión solamente sirven para estropear la obra original y sacarle la pasta al fan ávido de nuevas aventuras de sus personajes favoritos. Esto de las pseudo-obras daría para un interesante artículo, solo con ver esos cómics de Star Wars disponibles en todos los centros comerciales aprovechando el estreno de la última parte…

Expediente X

Conclusión

No quiero dejar al lector con la sensación de que Expediente X es una mala serie, a pesar de que la sexta y la novena temporadas no estuvieron a la altura. Para mí es muy superior a cualquier otra que haya visto, pero como todas tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. A quien aún no la haya visto yo le recomendaría que al menos viese seguidas las cinco primeras temporadas (lo mejor de lo mejor), y luego la primera película. Del resto solo recomendaría ver los episodios de la trama principal si es fiel seguidor de la misma, y tal vez la temporada séptima. Y por supuesto, el episodio final y la segunda película.

Con unos grandísimos guiones, unos personajes muy cuidados y que evolucionan, y unas excelentes interpretaciones, Expediente X nos ofreció lo que entonces no había, pura diversión en forma de dos agentes que se enfrentan a fenómenos extraños y misterios sin resolver. Resumiendo, puro pulp televisivo al estilo noventero. Una gran serie que ha servido de inspiración a muchas otras series y películas, y que a su vez estuvo inspirada en otras anteriores a ellas (como el episodio en el que se encuentran en el hielo y un agente contaminador les posee, al más puro estilo “La Cosa” de Carpenter). De hecho la serie está plagada de referencias a obras y hechos relacionados con lo extraño y lo oculto, como las películas de monstruos y de marcianos que se ven en los televisores, recortes de periódicos, el episodio en que se descubre que el Fumador es el asesino de dos célebres personajes históricos, el caso Roswell, el meteorito de Tunguska, etc…

Multitud de premios en diferentes aspectos (interpretaciones, dirección artística y técnica, maquillaje y efectos especiales, …) y una crítica rotunda y aplastante en su favor confirmaron su éxito de audiencia, consiguiendo una serie redonda que marcó toda una época. Pocas series de televisión pueden decir lo mismo.

Ahora solo cabe esperar hasta que estrenen la próxima temporada. Yo al menos sí pienso verla, sé que no me arrepentiré. Y si vosotros habéis leído este artículo hasta el final, creo que tampoco.

Enlaces de interés:

https://es.wikipedia.org/wiki/The_X-Files

https://es.wikipedia.org/wiki/Los_pistoleros_solitarios

Artículo escrito por Eihir, puedes visitar su blog:

http://eihir.wordpress.com/