Juan Gallardo Muñoz, más conocido como Curtis Garland, ha fallecido hoy. Un maestro del pulp y de las novelas de bolsillo: Bolsilibros
Me hubiese gustado compartir una tarde de charla con el señor Garland, Curtis Garland, pero sobre todo con el autor al otro lado del seudónimo, y pedirle algún que otro consejo; pero ahora de nada sirve lamentar la oportunidad perdida. Me he subido tarde al carro de los pulps, y él no ha querido esperarme. Supongo que ahora estará departiendo con algunos de los muchos personajes que ha creado, o irá rumbo de alguna galaxia desconocida, alejándose para siempre del infecto mundo en el que vivimos, donde la evasión de la fantasía es de las pocas cosas que merecen la pena. Cuando un telediario resulta más terrorífico que el pulp más macabro jamás escrito, es que algo no va bien. Telediarios que no se han hecho eco de la noticia, y es que la cultura poco o nada interesa ya. Curtis se ha ido, no sabemos a dónde, y con él se ha llevado al autor.
No sé si es del todo correcta esa diferenciación que hago entre autor (Juan Gallardo Muñoz, la persona), y escritor (Curtis Garland, el profesional), pero cuando me refiero al hecho de conocer a uno y a otro, juntos y por separado, así como a la oportunidad perdida, en lo que hago hincapié es en la necesidad que todo lector tiene por saber qué hay detrás de cada obra, algo que solo el autor puede responder, y la mayoría de las veces éste ya está muerto cuando conoces dicha obra.
Escritores, pintores, y un largo etcétera cuyas creaciones esconden misterios, perturbaciones, ironías, sentimientos, que tras la muerte del autor se pierden para siempre. Sí, nos queda el consuelo de su obra, pero no es lo mismo. Por desgracia la mayoría de las veces la vida de un autor, mientras colea, generalmente vale menos que su propia obra.
Juan se ha ido a la edad de 83 años, con no sé cuántos relatos y novelas de bolsillo escritas (en algunos sitios se habla de más de dos mil), y una retahíla de seudónimos conocidos (y a saber cuántos sin conocer), junto con una escueta biografía en la Wikipedia: Juan Gallardo Muñoz.
Si bien la Era Dorada Pulp experimentó su propio desarrollo en nuestro país de forma más o menos paralela: Los Pulps en España, no fue hasta después de la década de los cincuenta cuándo alcanzó su plena madurez, seduciendo a todo tipo de lectores con novelas de a duro, novelas de bolsillo. Eran tiempos de la Editorial Bruguera, a la cabeza, seguida de muchas otras más pequeñas, como la Editorial Molino, la Editorial Dólar, la Editorial Valenciana, o la Editorial Cíes, por citar algunas.
Novelas de bolsillo escritas por nuestros autores pulp, muchos de ellos bajo pegadizos seudónimos, al más puro estilo de los pulps americanos. Juan fue uno de los últimos en marcharse, y con él se cierra un ciclo dentro de la historia del pulp de nuestro país.
Ahora, tras el bolsilibro, la novela de a duro, le llega el turno al ebook, a los ebooks pulposos donde otra saga de grandes escritores (que los maestros me perdonen), tratan de ser el Curtis Garland del mañana. Difícil serlo del presente; sería ir contra natura. No eres lo que vales hasta que te mueres, y cuando te mueres, ya no te importa lo que vales; y lo que eres..., ya nadie lo sabrá.
Descanse en paz.