De vez en cuando acercamos la mirada, desde una perspectiva histórica, a los diferentes rincones de nuestro planeta, para observar cómo, y qué medida, se desarrolló la Literatura Pulp, así como la cultura, el arte y los relatos que la describen. Relatos de amor, relatos de aventuras, relatos de terror, relatos… y más relatos; la esencia misma de la vida y la fantasía. Canadá, ése precioso país al norte de Estados Unidos, no iba ser ajeno al fenómeno, supongo que eso nadie lo duda, sin embargo, por el hecho de estar tan cerca de sus vecinos, primera potencia mundial del pulp, fueron menos productivos de lo que cabría esperar. A los canadienses les bastaba con importar pulps de otros países, especialmente americanos y británicos, y no fue hasta que, debido a la Segunda Guerra Mundial, se produjo una drástica reducción de estas importaciones y, entonces, solo entonces, las cosas cambiaron.
Aunque habían pasado dos años de aquella silenciosa despedida, Boris necesitaba cuanto antes cerrar el círculo. Esperaba encontrar donde la vio por última vez, a la mujer que le quitaba el sueño cada noche. Miró su reloj que marcaba las nueve de la mañana en punto y se apresuró a bajar del auto. Lanzó un gordo fajo de billetes al taxista, quien lo agarró ágilmente, apagando de inmediato el motor, insinuando que lo esperaría el tiempo que fuera necesario. Estaba agradecido de volver a pisar las calles que lo habían vuelto confiado y seguro de sí mismo, pero quería que la incesable pesadilla acabara pronto. Había tratado de solucionar su insomnio con el mejor siquiatra de la ciudad, revelando que estaba obsesionado con una desconocida, pero nunca confesó el porqué de su manía.
1) La soledad del escritor y el desprecio del lector: Bien, a grandes rasgos, ¿esto qué significa? Pues algo así como cuando nuestras madres preparan con todo mimo la cena de navidad, durante horas y horas, para que luego en un abrir y cerrar de ojos solo quede un motón de desperdicios sobre la mesa, y todo el mundo acordándose de la virgen que se está peinando, o los peces que beben en el rio, pero nadie de la cocinera ¿verdad? Sí, ésa que está fregando los cacharros mientras tanto, más que nada para ir adelantando la faena. Hoy vamos hablar de la relación entre los escritores y los comentarios de los lectores.
Ahora mismo podríamos estar hablando de la película pulp española por excelencia; la perfecta revisión del tópico «Witches Tales», más todavía teniendo en cuenta que el argumento escogido se basa en una historia real, y con enormes posibilidades, pero no, no será éste el caso, y todo por la santa manía del director por no saber, o no querer, encontrar el punto de equilibrio entre humor negro castizo, y el ridículo más absurdo y bochornoso. Anoche revisé esta película, no sin cierto resquemor, pues el genial Alex de la Iglesia, el paladín de nuestro cine patrio, llamado a rescatar del olvido al mejor fantaterror de todos los tiempos, otrora vilmente soterrado por Almodóvar y su troupe, y quien nos sorprendió con títulos como El Dia de la Bestia, ahora, y tras sus últimos fracasos como Balada de Trompetas, pues me costaba esperar algo bueno de Las Brujas de Zugarramurdi, más viendo algunos de los nombres que encabezaban el reparto. Sin embargo, al poco de arrancar la película, comencé a vibrar como nunca antes lo había hecho, pellizcándome, y así comprobar que lo que estaba sucediendo no era fruto de mi imaginación, sino algo real. Ni me estaba quedando dormido, tal como podría suceder con cualquier otro título español, y ya no digamos del citado Almodovar, ni lo que tenía en pantalla era tan malo como cabría esperar. Todo lo contrario: Una Road Movie de Impresión. Lamentablemente, el director no supo aguantar el ritmo que marcó de inicio, y en vez de rematar la faena, y dejar al espectador ojiplático, una hora y diez minutos más tarde, el guión agoniza de forma irremediable, provocando al final una extraña sensación que no sé si describir como vergüenza, o desesperanza.
Por fin el 2013 está a punto de desaparecer de mi vista. Hasta ahora nunca había sido supersticioso, algo que estoy empezando a replantearme. En lo personal ha sido un año horrible (siempre digo lo mismo, pero esta vez nos hemos superado), aunque lejos de respirar con esperanza, casi más miedo me da el siguiente, no vaya ser que sea igual o peor. Penas a un lado, pues todos sabemos que cuando una piedra se encuentra a otra en el camino, no hay lugar a otro saludo más que un típico ¡Qué dura es la vida!, y todos tenemos nuestras cosas, centrémonos en los aspectos positivos; y sin duda alguna uno de ellos es la familia pulp, a quien dirigimos la presente felicitación en unas fechas tan entrañables como éstas. Pocas cosas más hermosas existen en la vida que la fantasía, y seguro que todos recordamos cuando éramos niños, aguardando que algunos de nuestros sueños se hiciesen realidad, tan solo a cambio de unas galletas y un poco de leche. Hasta teníamos dos oportunidades. En fin, todo era posible, incluso que te regalasen un palo, pero eso era lo de menos, tú sabías que era una espada láser, ¿o no?
En un artículo anterior La cultura pulp ¿es sexista?, hablamos sobre los estereotipos sexistas que caracterizaban la literatura pulp, los cuales serían observados una vez definido el término, en la década de los sesenta. Sin embargo, uno de los precedentes que alentaron los movimientos feministas de la época, fue la aparición de un nuevo género pulp en los años 50, conocido como Lesbian Pulp Fiction (novelas pulp de ficción lésbica). Dicho género nació justo después del ocaso de la literatura pulp en general, que en la segunda mitad de siglo dejó paso a otras formas de entretenimiento. A pesar de todo, durante la década de los 50, y los 60, la edición de novelas baratas (paperback books, o también libros de bolsillo) sí tuvo una gran tirada; sustituyendo en buena medida a las revistas típicas de relatos. El pulp necesitaba reinventarse, y mientras los comics iban por un lado, las novelas baratas por otro. Y, dentro de este nuevo contexto, la editorial estadounidense Gold Medal Books (Fawcett Publications), publicó en 1950 un título revolucionario que logró vender más de dos millones de copias durante los cinco primeros años: Women´s Barracks (Cuarteles de mujeres), obra de la autora francesa Tereska Torres, considerada como la primera novela pulp lésbica de la historia. Un nuevo género que en realidad no era otra cosa más que un enfoque morboso y diferente de las conocidas Girlie Pulps (revistas pulp picantes para hombres); pues en sus orígenes el público al que iba destinado esta “Pulp fiction Lésbica” era el masculino. No obstante, pronto las cosas cambiaron de sentido, y la comunidad lesbiana, entusiasmada, conectó con este nuevo género, defendiéndolo y convirtiéndolo en su caballo de batalla. Según diferentes autores, estas novelas auspiciaron los movimientos feministas que tuvieron lugar años más tarde. Cita: «When the book was republished by The Feminist Press in New York in 2003, it was acclaimed as having inspired a whole new genre of lesbian and feminist» Telegraph.co.uk.
En las lineas que siguen os presentamos el último trabajo del autor R. R. López, una novela que él mismo define como de «Horror Có(s)mico», y que a buen seguro será de vuestro interés. Además, como suele ser habitual en nuestra web, al margen de la presentación hemos querido conocer un poco más sobre el autor y el proceso creativo. Así, conoceremos de primera mano los entresijos del mundo editorial, y la forma en cómo se desenvuleve un autor con ganas y talento, desde la concepción de la idea, hasta la publicación de su novela. El texto no tiene desperdicio, y seguro que incluso servirá de guía para muchos otros autores, pues entre otras cosas nos comenta sus experiencias con el servicio de autopublicación impresa CreatSpace de Amazon: Amazon CreateSpace llega a España que poco a poco comienza a pegar fuerte. Sin más, os dejamos con él, y con sus experiencias. Feliz lectura.