Saludos desde China, amigos. En esta ocasión, me gustaría continuar con el bestiario que comencé hace ya algunos meses aquí, en RelatosPulp.com El Bestiario Chino de Roberto. Parte 1. Pido disculpas por mi tardanza en dar señales de vida, pero lo cierto es que he estado muy ocupado trabajando en China, que apenas deja respiro con tan solo unas pocas festividades al año. Quizás en esta ocasión, la descripción de algunas criaturas sea muy escueta, pero esto es debido a que cada vez trato de hallar bestias más desconocidas, y lamentablemente cada vez hallo menor información sobre las mismas. De todos modos creo que a pesar de la falta de datos, resulta muy interesante adentrarse en este mundo mitológico oriental. Y sin más preámbulos, comienzo con esta segunda parte del bestiario:
A principios de este mes se estrenó el primer capítulo de una webserie española ambientada en el universo de Lovecraft y que lleva por título «El Caso Pickman». No hemos querido perder la oportunidad y, en las lineas que siguen, entrevistamos a Rubén García, guionista de la misma, y bien conocido por todos nosotros. Así, tras el estreno del primer episodio, titulado «El Renacer del Necronomicon», y a pocos días de que se estrene el segundo («Las Puertas de la Locura», lunes 17 de febrero a las 20:00 horas), Rubén nos explica algunos de los entresijos, además de las primeras impresiones tras el buen sabor de boca que ha dejado el arranque de la serie en los aficionados. ¡Veamos que nos cuenta!
Supongo que muchos de vosotros ya lo sabéis, pero si has llegado aquí por casualidad, y no tienes ni idea de lo que estamos hablando, en resumen, Amanecer Pulp junto con Halloween Tales, son dos convocatorias / publicaciones anuales de nuestra web editorial Relatos Pulp. La primera en modalidad concurso de relatos (se convoca en primavera), y la segunda en formato taller literario (se convoca en otoño). Pues bien, la edición de este año, Amanecer Pulp 2014, está a punto de caer, y, por desgracia, todavía hay muchos cabos sueltos. Lo que sigue es una declaración de intenciones, un llamamiento a filas, o una solicitud de donación en toda regla.
El anciano, con la mirada fija hacia el infinito, dejaba pasar el tiempo desde el lecho de la habitación. Su cerebro arrasado por la enfermedad apenas podía procesar una mínima parte de lo que diariamente percibían sus embotados sentidos. Mucho tiempo atrás había perdido la capacidad de discernir entre el sueño y la vigilia, convertida su existencia en una brumosa sucesión de acontecimientos repetitivos y anodinos de los que no lograba establecer una pauta fija y que invariablemente olvidaba casi tan pronto como tenían lugar. Solo quedaban las sensaciones aisladas, monopolizando todo su ser de una en una o varias a la vez: hambre, dolor, humedad, picor… La mayor parte del tiempo era de este modo, pero la vacuidad se veía interrumpida en ocasiones por momentos de claridad en los que visionaba imágenes de personas y lugares que, por algún motivo, se le escapaban como estrellas fugaces pero conseguían intrigarle durante unos efímeros momentos en los que su intuición les atribuía algún significado oculto. Su mente era un tortuoso pasillo flanqueado de puertas atrancadas de las que solamente una permanecía entornada y podía vislumbrar un hilo de luz, interrumpido a intervalos irregulares por sombras transeúntes sin significado. A veces, esa puerta se abría y podía contemplar a los artífices de las sombras con mayor claridad por un periodo limitado de tiempo. Pasado, presente y futuro carecían de sentido para él, pues su memoria era un cubo agujereado del que hacía siglos había escapado todo resto de recuerdos.
Separar el grano de la paja es un proceso mental, que todo lector lleva a cabo de forma inconsciente a medida que avanza en la lectura que tiene entre manos. En cambio, ¿hasta qué punto es el escritor consciente de ello? Grano y paja forman parte de un todo indiviso, donde el uno no podría existir sin el otro. A este punto, nuestro refranero popular cuenta con diversas expresiones, tal que así: «Una de cal y otra de arena, y la obra saldrá buena». Para nuestro artículo de hoy, la obra en cuestión será la novela que vamos a escribir, o que estamos escribiendo. Quien dice novela, dice relatos, solo que en este caso la situación es muy diferente dadas las restricciones del formato.
Con motivo del relato que sigue, quisiera aprovechar la ocasión para presentaros a un nuevo escritor pulp entre nosotros: Julio Martín Freixa.
A la hora de afrontar un proyecto editorial como el nuestro, es importante conocer qué es lo que demanda el lector, y en la medida de lo posible no ir contracorriente. Es importante saber si el lector quiere relatos de amor, relatos eroticos, relatos de ciencia ficción, o relatos de terror; y una editorial que desee hacer caja, debe darle precisamente eso que está buscando. Muchas veces me he preguntado por qué las grandes editoriales desprecian casi por completo las publicaciones de relatos, y ya no digamos si quien las firma es don cualquiera, sin apellidos de abolengo, y sin la etiqueta de crack en los mass media, y la respuesta es tan sencilla como obvia. Sin embargo, esta vez he querido ir un poco más allá, y en la medida de mis posibilidades, observar qué es lo que demanda el lector cuando se pone al frente de google, justo al otro lado de la pantalla. Los resultados no es que me hayan sorprendido mucho, bueno, la verdad es que algo sí, por lo desproporcionados que son, pero en fin, esta es la realidad. ¡Veámosla!