Colección de relatos clásicos y relatos enviados por usuarios para su publicación
Se despertó en medio de un charco de sangre. Desconocía por completo cuánto tiempo llevaba en esa posición. El torrente que manaba de su cabeza había cesado. Estiró el cuello tratando de levantarse pero el dolor era intenso. Escuchó pasos que se acercaban. Trató de ponerse en guardia pero su vista se nubló por el esfuerzo. Su implante óptico derecho estaba destrozado. Apenas pudo mantenerse en pie y menos reconocer a quien le tenía prisionero en esa oscura celda. Sus manos impactaron de golpe contra el piso, amortiguando la caída, al no resistir un segundo más. Pero antes de caer, reconoció aquel olor que le había traicionado.
Lo primero que aprendí de pequeño fue que el tío Howard estaba loco, o mejor dicho, perturbado mentalmente. Siempre había sido un hombre muy extraño, de hábitos muy peculiares. Permanecía despierto durante las noches y dormía de día. Cuando estaba con nosotros murmuraba cosas ininteligibles, y apenas nos miraba cuando se sentaba en el sofá y se ponía a ojear sus libros antiquísimos.
Fue a mediados de Septiembre cuando fuimos testigos de ese horrible y cruento suceso que queremos dejar atrás pero no podemos, o mejor dicho, hacer de cuenta que no existió, que fue una alucinación, para que por lo menos no nos hiciese sentir tan aterrados todos los días de nuestras vidas.
Un deteriorado poste de luz grisácea iluminaba a un grupo de jóvenes rostros demacrados, consumidos, en estado de narcosis extremo, y adheridos al muro de un edificio que se desmoronaba lentamente. El ruido del cableado contrastaba con sus inexpresivas caras famélicas. Lita era la única del grupo que no tenía marcas de agujas recientes en sus brazos. Esperaba que apareciera alguien, para ganarse un par de dólares por sus habilidades. Ella era alta, tosca, curvilínea, tenía cabello corto y negro. Necesitaba cuanto antes dinero, para contactar al padre de su hijo, que se había marchado sin avisar.
Sinopsis: Todos los sábados se plantea un roleo a los miembros del foro Héroe o Bestia; en esta ocasión, la apacible población de Oldburgo, en la región de Spance, amanece con ominosos presagios y brutales asesinatos; los voluntarios deberán enfrentarse a una horda de guerreros Escoria con todo su ingenio si quieren salvar de un terrible derramamiento de sangre a los habitantes de dicha villa. ¿Lo conseguirán?
Seguidamente os adjuntamos un relato turbio, una historia de perdedores, obra del autor Javi Arboleya. Se titula La Memoria de los Peces, y comienza así: