Amazon poco a poco va extendido sus zarpas, y para satisfacción de todo usuario que se maneja en euros, ahora ya es posible adquirir sus productos desde la propia UE. Después de la apertura en Reino Unido tan solo era cuestión de tiempo que apareciese la siguiente. De tal forma, desde ayer día 21 de abril, ya está operativa la nueva Amazon Kindle Store, ahora en versión alemana, donde podréis comprar tanto el lector Kindle como acceder a una amplia gama de ebooks -AQUÍ-.
Mientras no abran una tienda en España, esta noticia es para nosotros muy, muy importante. Algo que me incomodó de Amazon cuando decidí publicar con ellos era el sobreprecio que aplicaba a los ebooks si no te conectabas desde su área de influencia. Ahora, he comprobado como los títulos en cuestión aparecen listados en la tienda de Alemania en euros, y a un precio mucho, mucho más acorde con la realidad. Desconozco como aplica Amazon la conversión de divisas, y aún no tengo muy claro todos los entresijos, pero no hay duda de que para un usuario español resulta bastante más ventajoso adquirirlos en Amazon Alemania, que en Amazon USA, la destinada para usuarios americanos, como es lógico.
Si tienes un kindle, y estás interesado en alguno de nuestros títulos -colección RelatosPulp.com-, ahora ya no tienes excusa: AQUÍ. Asimismo recordaros que sigue activa la oferta pack para epub a través de la plataforma Oronjo: AQUÍ.
Amazon quizás no sea la plataforma más rentable para un publisher, pues sus comisiones son las más altas, pero sin duda alguna va a romper el mercado, si es que no lo ha hecho ya, y eso que aún faltan meses para que desembarque de pleno en España.
Seguiremos informando…
¡Esta vez sí! A petición de un usuario, y en la medida de lo posible, trataré de completar mi pseudo guía "autoreflexiva" sobre cuestiones de interés para el escritor novel -Aquí-. Decir antes de nada que ni soy un experto en dudas legales, ni pretendo serlo. Todo lo que yo pueda decir lo hago a título personal y en base a experiencias propias, por lo que no deberías tomártelo al pie de la letra, y, en último caso, hacer tus propias consultas a quien corresponda. Si algo de lo que puedas leer aquí no es correcto... ¡dilo!
Cuando un escritor aficionado decide tomarse las cosas un poco en serio, con toda seguridad no encontrará más que dificultades, y en la mayoría de los casos será él mismo quien deba dar respuesta a todos los problemas que le surjan. Ya hemos hablado como la edición digital va un paso más allá en el concepto de autoedición, optimizando las perspectivas de mercado y reduciendo significativamente el riesgo, entendiendo por riesgo el capital necesario para sacar adelante un proyecto de estas características. Pero...
Llegados a este punto, una vez que el escritor ya tiene su flamante libro recien salido de la imprenta, sus maravillosos relatos en versión ebook, o su fascinante criatura pulp, todo ello perfectamente corregido, maquetado, y con su correspondiente ISBN (imprescindible para poder venderlos en una tienda), la duda que surge, sobre todo en términos legales, es la siguiente ¿Tendré que hacerme empresario para poder vender mi libro? ¿Tendré que hacer facturas? ¿Tendré que cobrar IVA? La respuesta sería…, depende, pero… ¿de qué depende?
Si algo he aprendido, es que esa pregunta no resulta fácil de responder, y tampoco es que haya mucho consenso al respecto, pero aun así, algunas cosas creo que las tengo bastante claras.
Revisando antiguos correos al fin encontré un par de ellos que vienen como anillo al dedo. Se trata de unas consultas que realicé tiempo atrás, más o menos cuando, aún en ciernes, barajaba la posibilidad de constituir una empresa, es decir, una editorial (por suerte, o por desgracia, siempre me gusta pensar a lo grande).
En las líneas que siguen reproduciré un par de correos / consultas que en su día realicé a BIC Galicia (Centro Europeo de Empresas e Innovación de Galicia), un organismo oficial para el asesoramiento de nuevos empresarios. Aunque las consultas se realizaron en la Xunta de Galicia, las conclusiones son válidas para el resto de comunidades.
Hoy me he dedicado a revisar correos y desempolvar viejos proyectos. Ya sé que uno de ellos debería ser sobre fiscalidad, tal y como le había prometido a uno de los usuarios, pero no será en esta ocasión. Hace ya algún tiempo, cuando empecé con esto de la edición digital, me sorprendió el hecho de ver como se comercializaban sin pudor ebooks, sobre todo en webs como Amazon, de obras clásicas. Fue entonces cuando se me ocurrió colocar en esta web un área de descargas donde cualquiera tuviese acceso a una apetitosa lista de relatos clásicos en formato epub, me refiero a clásicos de estilo pulp, es decir, la obra de Lovecraft, Howard, y un largo etcétera. Cómo es obvio, esto llevaba implícitas unas serie de dudas legales; y como cuando tengo una duda lo primero que hago siempre es preguntar, pues eso fue lo que hice. Seguidamente reproduzco la consulta realizada meses atrás a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos).
Antes de empezar con la web, y antes de darme a conocer como escritor aficionado, un buen amigo ya me advirtió no solo de las dificultades, sino también de las zancadillas. Para alguien que empieza, el simple hecho de empezar ya es difícil de por sí, pero lo peor sin duda llega cuando pretendes asomar la cabeza. No solo nadie te echará una mano, sino que los palos llegarán por todas partes; supongo que eso de machacar al que empieza es el deporte nacional de nuestra querida España, y aunque ya estaba advertido, y a pesar de llevar experimentado durante varios meses todo tipo de desprecios, tanto por acción como por omisión, lo cierto es que hoy acabo de sumar otro palo, aunque un tanto especial por su caracter inesperado.
Ya hemos escrito algunas líneas sobre las producciones de la Hammer y la Amicus: Amicus Productions, y en lo que se refiere a las películas de relatos, igualmente hemos mencionado ya unas cuantas. Ayer noche decidí desempolvar la hemeroteca y le tocó turno a todo un clásico de la Amicus, “Cuentos de Ultratumba, 1973”, y ése es el motivo de esta entrada. Para ser sincero, y a pesar de todo lo que significa, este tipo de películas, y en concreto la que ahora destacamos, pienso que no han envejecido demasiado bien. Para los que ya tenemos unos años y nos hemos criado con dos canales de televisión en blanco y negro, seguramente tengamos la paciencia necesaria, no solo para verlas, sino también para disfrutarlas. En cambio, dudo mucho que cualquier joven de hoy en día sea capaz de aguantar un ritmo tan pausado y una estética tan acartonada, por mucho magnetismo que pueda tener nuestro querido Peter Cushing.
No quería escribir esta entrada hasta que nuestros relatos estuviesen disponibles no solo para lectores Kindle, bastante restrictivos con su formato propietario el azw -Aquí-, sino también para cualquier otro que utilice el típico formato epub -Aquí-. Además, a efectos de promoción, sentía la necesidad de “socializar” antes este humilde site implementando algunas mejoras, y así facilitar la difusión de nuestro trabajo a través de las redes sociales, algo que me ha resultado un poco más complejo de lo deseado..., y todavía estoy en ello.
Debo reconocer que esto de las redes sociales no van mucho conmigo, pero ahí están, y su poder es cada vez mayor. Valga el ejemplo de hace unos días, de cómo Tweeter fue capaz de tumbar la votación de los eurodiputados que se negaban a viajar en clase turista… ¡ahí queda eso! En fin…, la de problemas que me está dando el dichoso botoncito de “Me gusta”, pero al final lo conseguiré. Uno no es más que un simple aficionado, y ya me gustaría poder contratar a un informático…, bueno, y a un traductor; un ilustrador; un…, bueno, también una…, una…, mejor me callo. Para una editorial como la nuestra, tipo Juan Palomo, es decir, yo me lo guiso, yo me lo como, no queda otra que ir apañando como se pueda.
Posiblemente, una de las principales cuestiones a la hora de comercializar un producto, en este caso nuestros títulos, sea la de establecer un precio acorde a las expectativas del lector, junto con la realidad de mercado, y, como no, el beneficio para el padre de la criatura, es decir, el autor. Todos sabemos que un ebook no es más que un archivo digital del que se pueden hacer poco menos que infinitas copias en un solo instante, y este hecho, como realidad de mercado, pondera de forma absoluta ante cualquier otro elemento que pudiera tenerse en cuenta. He visto ebooks en tiendas a más de 10 euros, y seguramente los valgan, no lo dudo, pero no creo que se vendan mucho.
Aquí tenemos la típica película que todo buen aficionado al género, de una forma o de otra, está obligado a verla. Da igual si el amigo de turno ya te ha comentado que no es más que una simple mierda pinchada en un palo; tú tienes que verla…, y esto es precisamente lo que yo acabo de hacer… ¡verla! ¿Y Bien…? ¡Pues un churro, pero entretenida de principio a fin! Me encantan las películas de invasiones alienígenas, y acostumbrado a todo tipo de films de serie b, y amante de las historietas pulp más inverosímiles, pues al menos ésta destaca sobre cualquier otra por sus efectos especiales, aunque dicho sea de paso, lo cierto es que también me esperaba más, mucho más. En ese aspecto creo que está bastante por debajo de otro estreno reciente, SkyLine, aunque sí ésta era algo más espectacular, también tengo que decir que me resulto mucho más soporífera.